lorena lunes, 14 de diciembre de 2009

... crowned by a sucky crappy Grey's Anatomy's episode.

Now, SERIOUSLY, ¿¿QUÉ WO ESTÁ PASANDO??

Uno se sienta en el sofá, un lunes en la noche, esperando la acostumbrada dosis de buena televisión, y se encuentra con... un chiste. De verdad, a mí no me gusta ser criticona (Umjú), pero tengo que liberar mi frustración porque desde el primer capítulo de la primera temporada de Grey's, la amé tanto, que me dije: Por favor, que la dejen morir antes de que se arruine. Me ha pasado con tantas series antes, que realmente esperaba que los de ABC fueran un poco más inteligentes. Es eso, me gusta que las cosas se acaben y me dejen el buen recuerdo, a que sigan y yo me decepcione. Lo presentí, pero Dios me ignora en la misma proporción que yo lo ignoro a él, y como él es más grande, obviamente yo soy la que paga los platos rotos y se arruina todo lo que para mí vale la pena en el mundo.

En fin. Kafka estaría orgulloso de los productores, una verdadera metamorfosis. Han pasado de tener un seriado brillante, con uno de los mejores equipos de dialoguistas que se puede intuir, a una especie de persecución forzada del drama. La música de acción es simplemente un elemento kitsch en toda esta absurda construcción de conflicto banal sobre una estructura que ya dejó de ser sólida (por no decir mínimamente coherente) y paulatinamente va perdiendo lo que la hacía conmovedora. El capítulo de hoy (acompañado por las reflexiones de un McDreamy muy fuera de personaje en off) pareció un crossover de 24 con ER con 90210, sólo que nunca alcanzó el nivel dramático que se presiente que querían los guionistas. Pero cualquier persona con mediana cultura de ver series, o incluso películas, siente cuando la música está forzando un momento que simplemente NO ESTÁ SUCEDIENDO. Por no hablar de los momentos en que los personajes están actuando un drama que no está cuajando. Y por no hablar de una protagonista que, ya muerta su madre, su mejor amigo, casada y happily ever after con el amor de su vida y parcialmente reconciliada con su padre, ya dejó de ser interesante, y los guionistas están tan concientes de ello que, en vez de hacernos verla superarse, la postran en una cama y a ser el pañuelo de lágrimas de todos los demás personajes que, de pronto, se han vuelto hipersensibles al mundo (claro, porque cuando no hay acción dramática consistente, la esquizofrenia siempre es una buena herramienta).

Pero lo peor... Realmente si existiera tal cosa como un Premio a LO PEOR DEL CAPÍTULO DE GREY'S DE HOY, se lo llevaría Lexie Grey y su discurso exagerado acerca de cómo usar pañales la hace "arrechísima", y en medio de todo el merequetengue entre molesta e insegura, la siempre innecesaria y descontextualizada frase de "This is America". Bien por America, pero... WTF? I'm Lexie, this is America, and I'm wearing diapers, yay!

En fin. Estoy molesta.

Bueno, en verdad no lo estoy :)

Mañana es el último día de clase del año, por cierto. ¿Será que volveré a la escritura indisciplinada? Otro día me pongo a criticar la estafa de curso online sobre diálogos en guión que estoy haciendo... pero otro día :)

¡Ah! Y he dilucidado un poco mi reciente problema con la lectura, pero será material para otro post porque, de hecho, ahorita debo leer. (en realidad ahorita debo dormir... de hecho, hace dos horas y media debía estar dormida, según indicaciones médicas, pero...)

lorena viernes, 11 de diciembre de 2009

Hoy una persona muy sabia y con mucha autoridad moral y espiritual me dijo que yo era constante y perseverante. Yo pensé "más bien sé ponerme ladilla cuando me da la gana". Obviamente no mencioné este blog, prueba irrefutable de que el tema de mi constancia y perseverancia está casi tan prohibido como el de mi peso (y, por el momento, el de mi futuro).

No sé hacer planes con la cabeza fría, y no quiero hacer planes con la cabeza fría, porque no voy a vivir esos planes con la cabeza fría, y el día que yo tenga cabeza fría dejaré de ser quien soy y, quizá, sólo quizá, sufriré menos con la vida, pero también seré infinitamente menos feliz.

Tengo trazos. No puedo hacer mucho con eso, cuando a veces muero por ver un lienzo terminado. Pero hay algunos trazos de los cuales se intuyen líneas muy buenas, composiciones muy interesantes y, aunque, al final, sean una más de las tantas aberraciones de futuros imaginados, a esos trazos me aferro con alegría y amor, hasta que se concluyan, o se diluyan.

Prohibido, el tema de mi futuro.

Seguiré trabajando en los cuadros ya más avanzados.