lorena viernes, 17 de septiembre de 2010


¿Por qué escribo?

Sí. [mejor leído: seeeeeeeeh, con cara de aburrimiento resignado.] He llegado a ese momento trascendental en mi vida en que, como todos los pseudo-escritores, me pregunto, así con toda seriedad:

¿Por qué escribo?

Naturalmente, la imagen en mi cabeza es la Pizarnik impersonada por una compañera de teatro.
Pero es que es verdad. Hay que preguntárselo. Hace tres años, cuando mi concepción de mi propia vida era aún un pulcro cuaderno de rayas y no un lienzo barato que ni siquiera está cortado, hubiera respondido una cursilería de esas:

Porque si no no vivo.
Porque escribir es como respirar.
Porque me nace.
Porque no concibo mi vida de otra forma.
Porque no puedo v... BLAAAAAAAAAAA BLAAAAAA BLAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA.

[todo esto acompañado de lágrimas y caras de drama y sufrimiento silencioso que debió quedarse así, silencioso.]

Tengo que preguntármelo para darme cuenta de que no hay que ponerlo en palabras. Que el gran FAIL de la gente como yo en el mundo, es que el mundo sólo es un mundo, y ni siquiera el castellano le basta (el castellano, ni la ciencia, ni el dogma, ni nada.)

En fin, evitaré entrar en terrero existencialista. El punto es que, preguntándomelo, me doy cuenta, también, de que el problema es que ya no escribo.
Ya no me nace. Ya no lo necesito.

Sé que esto parece estar a punto de convertirse en un post deprimentedepresivo. Pero NO. Todo lo contrario.

Es un post alegre, de descubrimiento porque, señores, POR FIN he aceptado con total tranquilidad que carezco absolutamente de todo lo que se necesita para ser escritor porque ya, ni siquiera, tengo la vocación para hacerlo. Por el contrario, se ha revelado ante mí la verdadera tarea a la que debo dedicarme en la vida.

Es una revelación. Si esto fuera un video-blog, me forzaría a llorar en cámara para expresar la verdadera emotividad de este asunto, y sonaría alguna canción lacrimógena de los 80s.

Vocación. Cuánto tiempo esperé por ti.

MI VERDADERA VOCACIÓN EN LA VIDA
ES HACER CARPETAS CADIVI POR ENCARGO

¿Cómo no lo pensé antes? De verdad. BRUTA.
Es que incluso había escuchado de gente que hace eso. Y cobra. COBRA. Sí, dinero. Eso es más de lo que hago yo en cualquier tipo de trabajo, incluso la rara vez que hago algo relacionado a mi carrera.
Si me dedicara a hacer carpetas Cadivi por encargo, no sólo estaría ante la posibilidad de hacer una buena plata, sino además haría algo que realmente es útil para alguien. Nuevamente, eso es más de lo que hago yo en cualquier tipo de trabajo.
También sería la primera vez que me dedico a algo en lo que realmente soy buena.
Bueeeeeeno... Sí, a veces las manualidades se tornan complicadas y no podría asegurar que no reboten la carpetica, pero al menos puedo dar un buen porcentaje de seguridad de que mis carpetas serán más bonitas y ordenadas que si el cliente las hiciera él mismo (por no mencionar el ahorro de tiempo y paciencia y meditación trascendental que se requiere para abordar cualquier cosa relacionada con Cadivi).

Es un gran alivio haberte encontrado por fin, talento útil.

Adiós al desempleo, a la bancarrota, a sentir que no tengo un puesto en el mundo. Bienvenida sea la productividad laboral.
O no. Dado que en tres semanas emigraré y no tiene mucho sentido dedicarme a esto estando en España, donde no existe Cadivi y la crisis económica es de gente seria, y no sólo la escenografía de un sketch de comedia (vuelto drama) de un presidente que no halla qué hacer con su exceso de creatividad.
Buen timing, una vez más.

¿A alguien se le ocurre alguna vocación que dé plata y tenga que ver con el flamenco o el jamón serrano?