lorena domingo, 13 de enero de 2008

... dado que el trabajo me consume toda energía para que se me ocurra algo más que escribir aparte de simplemente contarles a mis 3,8 lectores qué cosa estoy haciendo que justifica mi desaparición de sus vidas (y les informa que no estoy muerta).

Esta edición del reporte lorenístico se limita a señalar que QUIERO DORMIR POR DIOS SANTO. De verdad, impresionante cómo perder la costumbre de algo friega tanto la paciencia, y en el tiempo que pasó de julio a acá se me atrofió el mecanismo que controla el levantarse temprano (que está parcialmente apoyado en el de la responsabilidad, pero los argumentos morales para otro momento...) y estas paraditas a las 6.30 am me están matando lentamente.

Ahora, los estatus geográficos de relevancia:
Saúl regresó a Japón. Buuuu :(
Os regresó a Venezuela. Eeeeh :D
Ny me escribió desde Nueva Zelanda. Ooooh :O
Juancho sigue en Caracas. Aaaah :P

Y algunos titulares:
Mi economía está en crisis.
No, no es mentira que estoy trabajando.
No he vuelto a saber de la gatica cíclope (saben que todos se lo estaban preguntando).
Mi carro sigue dando problemas.
No quiero ir a trabajar mañana.
No he ido casi al cine lately.
Lo anterior me deprime un poco.
Tengo mucho sueño.
Quiero comer chocolate.
Extraño a Saúl. :'(
Y extraño a Shany pero nunca se lo voy a decir.

Ahora, una cosa importante para cerrar el reporte lorenístico es hacer un anuncio.
Muchos sufrieron mi tesis conmigo, especialmente porque me encargué de ventilar mi sentimiento de desgraciadez a través de este humilde medio. Pero la desgracia acabó (y también ventilé mi sentimiento de querer embriagarme y olvidarme que la universidad existía).
Tanto sufrimiento tiene acto de clausura.

Gente, el 7 de febrero los quiero ver en el Aula Magna de la UCAB.
¡Por fin me gradúo! :D



Nota post-post: Las preguntas sobre el gato de la foto y su respectivo sentido semiótico whatsoever serán respondidas en otro momento en que no tenga tanto sueño o haya entendido por qué mi coeficiente intelectual es tan particularmente suceptible de ser minimizado ante elementos con alto grado de cuchura.

Odio los gatos. Sobre todo los chiquitos.

lorena viernes, 4 de enero de 2008

¡Chachán!

Comencé a trabajar. Hace como tres semanas, de hecho.

Es sumamente aburrido el cuento, y no daré detalles porque no me provoca y porque no sé cuándo puedo dar información de más que podría ser usada en mi contra (sí, estoy viendo 24 y estoy PARANOICA).

En fin, soy una de las productoras de un programa de televisión infantil que sale al aire en un canal de línea editorial radicalmente opuesta a la mía, pero el argumento es que yo no trabajo para el canal, sino para la empresa que realiza el programa. Es curioso porque Tikki me preguntó "¿qué se siente por fin trabajar en lo tuyo?", y yo huí... no, bueno, no huí, me tuve que ir, pero me dejó pensando en el asunto precisamente por lo mal formulada de la pregunta. No por error de Tikki, su idea es la más lógica de todas: Lorena está trabajando en una productora audiovisual. Lorena está trabajando en lo suyo. Pero nooooo...

Digamos que estoy en un proceso de descarte. Mi aspiración soñada es ser directora, lo que está como alláaaaaaaaaaaaaa. Pero plomo. Ahora, yo me caracterizo por: 1. No tener memoria. 2. Odiar hacer llamadas telefónicas. 3. Ser desorganizada. ¿Por qué esto es importante? ¡PORQUE NO SIRVO PARA SER PRODUCTORA! No sólo porque lo odio sino porque no poseo esas cualidades básicas de tener contactos y usarlos y pedir favores y ser negociadora y conseguir cosas y RESOLVER PROBLEMAS, NO. De verdad, soy una gran y excelente trouble-maker. No me enorgullece (ni tampoco me califica para las otras cosas que quiero hacer), pero al menos me hace estar segura de lo que NO quiero hacer con mi vida.

Y por eso es que quería trabajar en Producción :D Sí, sí, suena estúpido, pero simplemente quise descartarlo de una vez, asegurarme de que no me gusta, viviéndolo bien como es (y no desde el prejuicio de "una productora es una tipa con cáncer de cerebro por no despegarse del celular") y bueno... en verdad quiero aprender, y aunque suene increíble, estoy desesperada por algo más que por dinero (que lo estoy), que es adquirir experiencia, asumiendo totalmente que tengo que pasar la roncha pareja (que lo estoy) y que para luego hacer las cosas como a mí me dé la gana, tengo que aprender cómo se hacen, así sea como le da la gana a los demás.

La pregunta de si me gusta mi trabajo se puede responder de muchas maneras. Por el momento se me ocurre simplemente imaginar cómo estaría trepándome por las paredes de mi casa si no estuviera trabajando, quizá estaría un poco más deprimida de lo que estoy y, sin duda, estaría consumiendo un dinero que no tengo (endeudándome más) inventando salidas absurdas y rebuscadas para llenar las 10 horas al día en que no dormiría. Qué bueno que estoy trabajando.

Por otro lado... *suspiro* Quiero dormir, de verdad. Quiero salir, de verdad. Quiero estar con Saúl, con mi gente. Quiero llegar a las 8 am a la oficina sabiendo que sí tengo hora de salida, que puedo hacer planes con mi noche y con mi vida.

Pero, lo más importante... Mi trabajo es bueno porque estoy aprendiendo full. Quizá más de cómo no deberían hacerse las cosas (ups... Envíenme un equipo de protección YA), pero eso no quita el darme cuenta de que hacer televisión es mucho más interesante de lo que pensé. Y cada día, de verdad, me estoy llevando algo nuevo. También me entreno en la disciplina de una empresa, de seguir órdenes como si yo no tuviera voluntad ni pensamiento propios y de ser responsable de algo más grande -por pequeño que sea- que nada que hubiera hecho antes. ¿Quieres salir en televisión nacional? :P