lorena viernes, 18 de abril de 2008

o La única cosa que tengo para agradecerle a Chávez.

Gracias a que nuestro presidente decidió aplicar su aprendizaje de talleres de creatividad en su desempeño como gobernante, yo tengo más ideas para promover campañas.

El día de hoy he decidido hacer varias confesiones:

1. No soy esa humanista pura y dura que muchos me creen, porque tengo cierta facilidad para las matemáticas. Sí, soy un fraude, quizá entiendo más de física que de música clásica. Pero esto no es un punto a favor, sino un motivo para la frustración, puesto que los números nunca me han hecho entrar en pánico, pero por alguna razón, NO LOGRO COMPRENDER EL SISTEMA MONETARIO VENEZOLANO.

2. Desde que salí de la universidad, donde tenía el cerebro exprimido por tanta idiotez junta que se me ocurrió hacer, mi cerebro está esponjosito pero oxidado. Sí, NO ME ENTRA EN LA CABEZA QUE 10 SON CIEN BOLOS, ¿PERO POR QUÉEEEEEEEE SI 1000 ES UNO? ¡AAAAAAAAH! *Lorena lanza todas las monedas al aire con desesperación* --- *Lorena corre lejos del punto donde todas las monedas caen*

Sí, sí, hay incontables beneficios tras el cambio de la moneda (la bomba atómica también tenía incontables beneficios), pero yo me fastidié de pasar pena... De verdad es humillante llegar donde la cajera, uno con intenciones de pagar, y entonces mostrarle moneda tras moneda preguntando con voz de "por favor no pienses que tengo retraso": ¿Esto son cien? ¿Estos son veinte? ¿Cuántas de estas hacen mil? Comportamiento totalmente lógico en el país donde gracias a Dios te enseñan a sumar porque si no te clavan 4 perros y dos bebidas en 24mil, y cuando dices "no, son 17", el pana sale con "aaaaaah, es que calculé seis perros", y uno piensa "¿por qué pasa ESO si te dije CUATRO y en verdad CUATRO Y SEIS NO SUENAN PARECIDO, ANIMAL?" En fin... *Lorena se acomoda el pelo y se abanica*

El punto es que para evitarme la humillación decidí simplemente no usar las monedas y dar puro billete siempre, y toda la parafernalia metálica meterla en el monedero a que sea futuro tesoro numismático, o en su defecto se oxide. Esto resultó siendo una gran decisión, porque con lo requete despalomada que es Lorenita, terminó en el estacionamiento del Centro Lido con una billetera con dólares y yenes y sin tarjetas de débito (Billetera de viaje: ERROR), pero con un monedero morado con la exhorbitante suma de... 5.400 bolívares débiles en moneditas, cuando ella pensaba que no llegaría a los mil. Y pues sí, pude pagar el estacionamiento y no quedarme lavando carros freelance por una tarde.

Ahora, la simple lógica indica que si este procedimiento me funcionó una semana, ¡imaginen si lo extiendo en un año! Capaz en tres meses ya puedo comprarme una computadora nueva (retiro lo dicho respecto a la facilidad con los números ¬¬). ¡Cuánto dinero puedo ahorrar! Es mi consejo sabio y experimentado, que proviene de la experiencia, pues experimenté la cuestión. Así...

DESEMPOLVE SU COCHINITO


Dígale NO a la moneda fuerte y castíguela en los intestinos de un cerdito plástico.
Recupere la ilusión del ahorro de cuando era niño. O supere sus frustraciones: recuerde cuando por fin creía poderse comprar una patineta (o un libro, para los niños gallos)... y al masacrar al pobre animalito, no le daba ni para el desayuno (y tampoco es que servía para hacerse un sandwich de jamón).
Ya no será así, pues su cochinito estará lleno de monedas de 250 (¡¿dos cincuenta qué?! ¡Eso no existe!) que lo confundirán hasta enloquecerlo, pero representarán tanto dinero que quizá se pueda dar el lujazo de comprar un combo de McDonald's.

Ahorrar es bueno. El procedimiento es muy sencillo:
Cada vez que a usted se le presente la ocasión de pagar cualquier cosa pequeña, evite ese impulso natural a buscar el monedero. Recuerde: el sencillo es lo que se busca proteger. No importa si usted tiene la cantidad exacta en metálico: dé el billete de 20mil, pida que le den todo el cambio en moneditas, y métalo en el cochinito (o en el monedero, si de verdad le molesta mucho llevar el cochinito en el bolsillo). Si es dinero que usted necesita para otra cosa... pues mala suerte, el ahorro implica sacrificio, así que tome menos cerveza y pague su estacionamiento como es: con el billete grande. Después lo agradecerá. ¡Ahorrar nunca había sido tan fácil!


Menos mal que no me he tropezado con la primera moneda de 12,5 céntimos, porque ahí sí que paro cerebral conmigo...

5 comentarios:

Lore dijo...

JAAAAAAAAJAJAJAJAJAJAJJAJAJAJAJA

Mi Lore... como de costumbre, me reí en cantidades con este post... tomaré tu consejo... puesto que también ando en la pelazón absoluta... y esto de dar cuotas mensuales para el corto, pagar el alquiler de la toga, el birrete y el fotógrafo, reunir para imprimir los tres tomos encuadernados y el empastado de la tesis (y las millones de copias que debo sacar para poder llegar a tener algo que encuadernar y empastar) y miles de cosas más, de verdad... no tengo dinero... tú debes saber MUY bien lo que digo... jejeje

te quiero mucho!!! Un abrazo!

Tikki, The Unholy One dijo...

Tienes ke ensayar tus habilidades matemáticas mi Lore, sino a la hora de recibir el sueldo te van a dar para el pasaje del bus nada mas XD

Eso de los cambios de moneda son una cochinada =S... por eso prefiero andar con la tarjeta de debito, me ahorro calculos =P

lorena dijo...

¡Pero yo nunca sé cuánto dinero me queda en la cuenta de débito! :S

Mi Lore... ¿Sabes que cualquier cosa gritas, no? Tu tocaya te adora y te quiere ayudar en todo lo que necesites... :)

Lore dijo...

Gracias, tocaya bella!!! definitivamente, TE EXTRAÑOOOOOO y BURDA!!!

Un abrazo de esos míos! te quiero!

Daniela hace la tarea dijo...

... no tengo idea de cómo llegué aquí pero me reí tanto con este post que decídí hacerte un comentario
;D
Saludos
Daniela