lorena miércoles, 5 de marzo de 2008

Abusando de la conexión wireless de nuestros finísimos anfitriones en Osaka (ah, esta mañana salimos de Tokyo), acá me encuentro haciendo el reporte lorenístico correspondiente.

Estoy mejor de mi enfermedad, gracias. Sí, me enfermé porque la vida no es perfecta y los microbios son particularmente oportunos, o porque Japón me odia o porque el frío hizo que mi endeble cuerpecito hiciera kaboom! en japonés. Boté un poco de tiempo por la ventana reposando, pero ya ayer sanseacabó la guachafita y le dije a las bacterias "saben cómo es la cosa?? Me dejan de arruinar mi viaje y se van!", pero claro, ellas me dijeron "supeingo ga wakarimasen" y siguieron tomando té verde en mi garganta. Whatever.

Gente! Tengo celular. Sé que no me van a llamar, por eso no les doy el número... pero me pueden escribir a la dirección rent7693@softbank.ne.jp y me llega directo al cel. Sí, esto es el primer mundo. Y no me voy a picar si no me escriben, es por si necesitan decirme algo y en verdad no tengo tan fácil el acceso a internet como podría parecer... No, no porque Japón no sea avanzadísimo, sino precisamente porque lo es y no hay muchos café-internet, sino que todo es wireless y si no tienes computadora Japan's sorry for you.

Ahora... he seguido con mi investigación sobre las pocetas y, pues sí... cada vez veo modelos más impresionantes. Espero pronto poder ilustrar mis teorías al respecto con fotos. Pero, claro, dejaré de hablar de pocetas y pasaré a hablar sobre cosas interesantes (si no fueran relatadas por mí).

Para empezar, los japoneses están locos. Ese es el punto de partida para cualquier cosa que se quiera comprender sobre Japón. Su manera de pensar es totalmente diferente en todos los sentidos, y su forma de vivir es bastante interplanetaria. Eso me lo hace pensar ver a muchachas en minifalda y sandalias caminando en el metro cuando yo tengo 14 capas de ropa y todavía me congelo. Sí, definitivamente no están en este planeta. Pero, en realidad, cuando vimos un grupo de niños de colegio, ellos con shortsitos, ellas con falda, Saúl y yo comprendimos: los japoneses tienen la piel de las piernas muerta. ODbio. Si desde que no tienen edad ni para escribir bien los someten al infierno de hielo en paños menores toooodos los días, ya para cuando son señoritos y señoritas la minifalda o el pantalón de lana de 3 centímetros de grueso da lo mismo.

Pero, es alucinante lo fácil que se han hecho la vida para todo. Lo de las pocetas es sólo una mínima muestra de cómo todo funciona de la manera más conveniente. Y gracias al Cielo, porque si no todo sería aun más pain-in-the-ass con el frío de crap que me hace sentir que pierdo años de mi vida vistiéndome y moviéndome y respirando y sólo existiendo.

How much I like Venezuelan weather, now I can say.

Por otro lado, pues... hoy vinimos a Osaka, a quedarnos en casa de este muy pana amigo de Saúl (que conoció hace dos semanas, ja!), y ya las cosas son muy diferentes de en Tokyo. Para empezar, mientras más a la provincia, menos proporción de gente y letreros en inglés... (yay, justo lo que necesitábamos). En Tokyo poquita gente, pero alguna, medio lo machuca. Acá es entrarse a golpes con el japo YYYY con el infernal dialecto de Kansai... Lo divertido de todo esto es que a fin de cuentas es Saúl's issue, porque yo me declaré japonesamente disfuncional y a todo digo "mi no hablar japonés", "comida plis" y ya :)

Pobre Saúl, de verdad :(

De otras cosas interesantes... pues la Torre de Tokyo rulea taaaaaaaaaaaanto... Es perfecta :) Si yo fuera un Torro me casaría con ella. El metro de Tokyo funciona a la perfecshon (aunque, claro, desde que llegué yo *algo* misterioso ocurrió y de pronto los trenes se atrasan... como 30 segundos, pero se atrasan... cosa que Saúl me dice no sucede nunca. Menos mal que sólo me quedo como dos semanas más, porque si no termino de echar a perder Japón, n'hombre... se imaginan? Y entonces me deportan, pero como ahora Venezuela y Colombia están en guerra no puedo ir a mi país porque las fronteras están cerradas y me quedo viviendo en el aeropuerto de Narita sin entender una palabra y diciendo "Venezuela!" mientras exploto una bolsa de papas fritas japonesas... o sushi).

Ah! Fui a un templo budista, de hecho el más grande de Tokyo, que se llama Sensoji, y es como que todo lo que esperé que fuera un templo en Japón. Por un instante como que hasta me dieron ganas de creer en algo (sí, que las lamparas japonesas son muy bonitas para decorar :) ... ) Y dejando los comentarios paganos de lado... pues... en contraste con eso, conocí un lugar llamado Odaiba que es el sitio más futurista en el cual haya estado nunca. De verdad, fue llegar y hacer "WWWWWWWHAAAAAAAAAAAAATTTTT, ESTOY EN EL SIGLO OCHOCIENTOOOOOOSSSSSSSSSS!!"

Bueno, aquello quizá fue un poco exagerado, pero sin duda sí fue shocking para bien. Y honestamente me sentía como en otra dimensión/tiempo. Espero poder poner fotos pronto (y que las fotos efectivamente hayan captado algo de lo que es el sitio... que lamentablemente creo que es más una atmósfera que realmente un paisaje...)

Seguiré informando sobre pocetas, microbios, lugares y japoneses en la próxima edición... Espero tener noticias interesantes sobre Kyoto.

A pesar de todo... Los extraño!!

3 comentarios:

Patricia (Odio que me digan así) dijo...

Dios mio de mi vida como me he reido con estos posts tuyos sobre las aventuras en ojito-rayita-landia.... Te quieeeeeeeeeeeeeeeeero lore! jejeejejejej has alegrado mi dia!!!! te quierooooooooooo

Lore dijo...

Tocayita, no te preocupes por contestarme las preguntas porque patty las vio y me explicó... jejejeje

De tu post... es MUY fino enterarse de todo lo que haces y te sucede aquí y en japón (literalmente). Eres lo máximo y es muy lindo poder estar compartiendo esta experiencia contigo de algún modo.

Te quiero muuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuchooooooooooooooooooooo!!!

Anónimo dijo...

que tripeo suena japon!!!! algun dia ire... lo mas comico, es que todos estamos viajando por el mundo, a punta de leer los blogs de los demas!!! besos lore!