lorena sábado, 17 de noviembre de 2007

Sería adecuado un comienzo descriptivo, casi poético. Pero ellos me conocen (creo), y saben que de poética lo que tengo es el ser rebuscada para explicar cualquier cosa y ya.

Estoy sentada en la silla de escritorio -rota, por demás- pensando que lo mío nunca ha sido silla de escritorio, y dándome cuenta de que lo mío realmente es un cojín ahora terracota (antes ¿verde?). Esto por no hablar de una alfombra, gris de fábrica y de mugre, la que oculta un piso frío y duro y otro más suave y que cede con el peso. La sorpresita en las primeras caminatas por el espacio.

Nadie contó nunca la cantidad de siestas que dormí en ambos lugares.

Nadie contó nunca las veces que me reí en ambos lugares.

Nadie se dio cuenta del momento preciso en que ya no pude vivir más sin esos lugares.

Ni yo misma, aunque nunca me he caracterizado por darme cuenta de las cosas.

Esos lugares son, en concreto, objetos. Un cojín y una alfombra. Y no son nada. En realidad no son nada para mí.

Esos lugares son, en abstracto, fraternidad. Absoluta. Amor puro en su más pura concepción. Un cojín y una alfombra son quienes las caminan, con medias o mejor, descalzos. Quienes desarrollan su monstruosidad con los pies pisando la alfombra o sin los pies pisando la alfombra pero sobre la alfombra. Caminar siempre ha sido un verbo y una actividad muy versátiles, así no sea pisando nada.

Una vez, en una de esas caminatas espaciales, una recién llegada (nueva, la llaman) se clavó un alambre olvidado en el pie, llenó los escalones de sangre, manchó la alfombra, y un beca trabajo tuvo que llevarla cargada a enfermería.

¡Es una metáfora! A pesar del alambre, uno siempre prefiere ir descalzo. Entregarse, de lleno, con el riesgo de manchar la alfombra de sangre, de lágrimas o de baba.

Y yo, por ejemplo, pasé todo un año primerizo pensando que me iría de ahí, pero como tengo esa cosa estúpida de que todo me da pena, esperé que el año terminara.

Fue tarde entonces.

Ya me fui. Pero no me fui, porque lo que yo soy sigue ahí. Lo que me ha hecho quien soy sigue ahí: Ellos.

La alegría descomunal de saberlos emocionados, embarcándose una vez más (o dos veces más). Volviéndose aun más grandes. Un año todavía, o tres. Cinco para algunos.
La tristeza -y desorientación- de no entender más los chistes internos, de saber que ahora me río menos. Agridulzura.

Quería irme, de verdad. Me tocaba. Lo necesitaba. No por eso hecho menos de menos -el mundo-, pienso menos en ellos -cada día-, me imagino menos qué estarán haciendo -todo el tiempo-, ni me pregunto menos si el cojín y la alfombra seguirán recibiendo sangre, lágrimas y baba.



No era sólo una metáfora. Fue un hecho, y también una metáfora. Una metáfora sobre la entrega -absoluta-, sobre el compromiso y, quizá, poniéndole un poquito de imaginación, metiendo hadas donde no las hay, quizá, quizá la posibilidad de que esa cortada de primeriza haya sido el más involuntario pero perfecto de los pactos de sangre.

También de lágrimas y de baba manché la alfombra. Quien no me vio llorar, me vio dormir. Quizá las dos. Pero lo que me llevo, y quiero seguir llevándome, son todas las veces que me reí, y todas las veces que amé.



La próxima vez que llore, será de orgullo. Ellos son monstruos. Enmascarados, como siempre, pero de verdad, con papel maché, pintadedos, religión, goma espuma, tela barata, espíritus, café, pueblecitos, disfrazados de ellos mismos, adentro y afuera, sólo por esencia, ellos que saben quiénes son me van a hacer reír y hacer llorar y hacer amar y yo sabré una vez más lo que ya sé, que son monstruos. Enormes, brutales. Geniales.

4 comentarios:

Patricia (Odio que me digan así) dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Patricia (Odio que me digan así) dijo...

Eres arrechisima! es todo lo que tengo que decirte, porque decirte que te extraño lo sabes ya! lo hablamos en estos dias! TE ADORO

K dijo...

Solo puedo decir que me hiciste llorar a moco tendido (es que ahora tengo moco de sobra pues!!!!!) Coño mi lore, que bella! te extraño muchisisisisisismo y quisiera verte un dia de estos....

TE ADORO
(aquella que tambien ha llorado y ha babiado la misma alfombra que vos!)
BESOS

Lore dijo...

Tocaya... (la MEJOR!!!)... eh... lloro. Vos sabés que es más cierto que la incertidumbre... Qué bello (por sublime, sincero, hermoso, eterno, y nada ajeno...) es tu escrito...

Extrañarte?? nah... QUE JODE!!! sí, jode este extrañarte porque de todas las lorenas que hay en Tucab... tú eras la que nunca hubiese querido que se fuera primero...

Te quiero, coño!!!

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